martes, 8 de julio de 2014

   Después de aquella noche ninguno de los dos volvió, ya nada era igual, se veían embebidos en una infinita espera; “quien da el primer paso?” es la pregunta más persistente. Ambos se esconden tras un móvil, esperando la mínima señal de esperanza, un “en línea” no  basta, y es ahí donde comienza el juego “Si en 10 seg se conecta le escribo” pueden pasar 1000 segundos después de esos 10 pero al ver que su condición se desvanece en cuanto la propone, se queda inmóvil y no puede teclear ni un punto. 

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